Las personas a menudo piensan en la violencia física cuando escuchan hablar de abuso, pero no siempre es así. El abuso en el noviazgo es un patrón de comportamientos utilizados para ganar o mantener el poder y el control sobre una pareja; la violencia física es solo un ejemplo de tal comportamiento.

Recuerda: nadie merece experimentar abuso de ninguna forma; todo tipo de abuso es grave. Si reconoces cualquiera de estas señales de alerta en tu relación, siempre puedes contactarnos a través de un mensaje de texto, teléfono o chat en vivo. Estamos aquí 24/7, para discutir tu situación, identificar los próximos pasos y ayudarte a tomar la decisión que más te convenga.

 

El abuso en el noviazgo

Entender los tipos comunes de abuso te preparará mejor para identificarlos cuando los veas; experimentar incluso uno o dos de estas señales de alerta puede ser un indicio de que el abuso está presente en tu propia relación.

El abuso físico

El abuso emocional y verbal

El abuso sexual

El abuso financiero

El abuso cibernético

Acecho

El abuso físico

El abuso físico es cualquier contacto contigo, o algo cercano a tu cuerpo, intencional o no deseado, o cualquier comportamiento que te cause o tenga la intención de causarte lesiones, discapacidad o muerte.

El comportamiento abusivo no siempre causará dolor físico o dejará un moretón, pero sigue siendo poco saludable y siempre debe tomarse en serio. Algunos ejemplos de abuso físico son:

  • Arañar, golpear, morder, estrangular, asfixiar o patear.
  • Lanzarte objetos como un teléfono, un libro, un zapato o un plato.
  • Tirar de tu cabello.
  • Empujarte o tirarte, o agarrarte la ropa por la fuerza.
  • Usar o amenazarte con usar una pistola, un cuchillo, una navaja, un bate, gas pimienta (Mace®) u otra arma contra ti.
  • Tocarte cualquier parte sin tu permiso o consentimiento.
  • Obligarte a tener relaciones sexuales o realizar un acto sexual.
  • Agarrarte la cara para obligarte a mirarle.
  • Evitar que te vayas u obligarte a ir a alguna parte.
Qué hacer si has experimentado abuso físico

Recuerda que estamos contigo. Más de uno de cada diez estudiantes de secundaria ya han experimentado la agresión física de parte de su pareja y muchos de ellos no estaban preparados para responder después de que sucediera. Si te encuentras en una situación similar, lo más importante que debes recordar es que el comportamiento abusivo de tu pareja está mal; tú mereces una relación sana, amorosa y respetuosa. Los próximos pasos por considerar incluyen:

  • Hablar con un amigo de confianza, un familiar o un mentor.
  • Crear un plan de seguridad.
  • Obtener una orden de restricción.
  • Contactar a love is respect.

Recuerda: las relaciones poco saludables o abusivas generalmente empeoran. Es importante evaluar el nivel y el uso de la fuerza de tu pareja abusiva para determinar cuán urgente es tu situación y qué tipo de apoyo necesitas para tu seguridad.

Recuerda que el abuso nunca es tu culpa; comprométete a no justificar el comportamiento abusivo de tu pareja. Chatea con nosotros ahora para ayudarte a crear un plan de seguridad que se adapte a tu situación.

El abuso emocional y verbal

El abuso emocional incluye comportamientos no físicos como amenazas, insultos, monitoreo o «chequeos» constantes, mensajes de texto excesivos, humillación, intimidación, aislamiento o acecho.

Las relaciones pueden ser poco saludables o abusivas incluso sin el abuso físico.

Ejemplos de comportamientos que califican como abuso emocional o verbal incluyen:

  • Insultarte o humillarte.
  • Decirte qué hacer o qué como vestir.
  • Alzarte la voz o gritarte.
  • Avergonzarte intencionalmente frente a los demás o comenzar rumores sobre ti.
  • Impedir que veas o te comuniques con amigos o familiares, o amenazar con que te quiten a tus hijos.
  • Dañar tu propiedad (lanzar objetos, golpear paredes, patear puertas, etc.).
  • Utilizar comunidades o comunicaciones en línea para controlarte, intimidarte o humillarte.
  • Culparte a ti o a tus acciones por los comportamientos abusivos o dañinos.
  • Tener celos de tus relaciones con otras personas o acusarte de engañarle.
  • Acecharte a ti o a tus seres queridos.
  • Amenazar con hacerte daño a ti, a tu(s) mascota(s) o a las personas en tu vida.
  • Amenazar con hacerse daño a sí mismo para evitar que termines la relación.
  • Manipularte psicológicamente al fingir que no te entiende o negándose a escucharte; cuestionando tu recolección de hechos, eventos o fuentes; trivializando tus necesidades o sentimientos; o negando declaraciones o promesas anteriores.
  • Hacerte sentir culpable o que te falta madurez cuando no consientes a la actividad sexual.
  • Amenazarte con exponer datos personales, como tu orientación sexual o estado migratorio.
Qué hacer si has experimentado abuso emocional

El abuso emocional no siempre causará daños visibles, pero sí causa dolor y cicatrices emocionales y eventualmente puede llevar a la violencia física. Sufrir críticas constantes, que te digan que no eres lo suficientemente bueno o hacerte cuestionar tu percepción de la realidad, puede hacer que pierdas la confianza en ti y disminuya tu autoestima. Como resultado, podrías empezar a asumir la culpabilidad por el comportamiento abusivo de tu pareja; rechaza ese impulso.

Recuerda: el abuso emocional nunca es tu culpa. Habla con alguien en quien confíes, como un amigo cercano, un familiar o un mentor, y haz un plan para garantizar tu seguridad. C

ontáctanos 24/7 por mensaje de texto, teléfono o chat en vivo para obtener un apoyo personalizado que te ayude a lidiar con el abuso emocional.

El abuso sexual

El abuso sexual se refiere a cualquier comportamiento que presiona u obliga a alguien a hacer algo sexual que no quiere hacer.

También puede referirse al comportamiento que afecta la capacidad de una persona para controlar su actividad sexual o las circunstancias en las que se da la actividad sexual, incluyendo el sexo oral, la violación o el controlar los métodos y opciones reproductivos.

Toda persona tiene derecho a decidir lo que hace o no quiere hacer sexualmente; no todas las agresiones sexuales son «ataques» violentos. La mayoría de las víctimas de agresión sexual conocen a su agresor; las personas de todos los géneros y sexualidades pueden ser víctimas o perpetradores de abusos sexuales. Eso incluye a las personas que están casadas, en una relación, en un arreglo de «amigos con beneficios» o simplemente conocidos. Algunos ejemplos de abuso sexual son:

  • Besos o contactos no deseados.
  • Actividad sexual hostil o violenta no deseada.
  • Negarse a usar preservativos o restringir el acceso de alguien a anticonceptivos.
  • Evitar que alguien use protección contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
  • Tener contacto sexual con una persona intoxicada por drogas o alcohol, inconsciente, dormida o incapaz de dar un consentimiento claro e informado.
  • Amenazar, presionar u obligar a alguien a tener relaciones sexuales o realizar actos sexuales.
  • Usar insultos sexuales hacia alguien.

El abuso sexual nunca es culpa de la víctima. El hecho de que alguien «no haya dicho que no» o no se resista a las insinuaciones sexuales no quiere decir que consienta. La resistencia física a veces puede poner a las víctimas en mayor riesgo de sufrir nuevos abusos, y la narrativa de que la falta de resistencia equivale al consentimiento hace que sea más difícil para las personas sobrevivientes denunciar los abusos. Nos corresponde a cada uno de nosotros entender el consentimiento y comunicar y respetar los límites de nuestras parejas íntimas, sin excepción.

Qué hacer si has experimentado abuso sexual

Tu seguridad siempre debe ser tu prioridad principal. Intenta llegar a un lugar seguro lejos de tu atacante donde puedas pensar en qué vas a hacer. Puedes sentir miedo, coraje, confusión y dolor, pero recuerda que el abuso no fue tu culpa.

Próximos pasos por considerar:

  • Ponte en contacto con alguien de confianza. Podrías estar en shock después de haber sufrido una agresión sexual y seguramente sientas una combinación de emociones bien complejas. Tener a alguien a tu lado que sirva de apoyo puede ayudarte a expresar y procesar estos sentimientos de una manera que no amenace tu seguridad, y te puede dar espacio para concentrarte en tu sanación mientras te ayudan con todo lo demás. A menudo es útil hablar con un consejero, una línea directa de agresión sexual o un grupo de apoyo si te incomoda contactar a un amigo o a un familiar.
  • Ve a una sala de emergencias o clínica de salud. Es extremadamente importante que busques atención médica tan pronto como puedas después de la agresión. Allí podrás recibir tratamiento para cualquier lesión, te ofrecerán medicamentos para ayudar a prevenir el embarazo o las ETS y hacerte pruebas para garantizar tu bienestar a largo plazo. También puede haber asesores para víctimas de agresión sexual en el área que pueden ayudarte y responder cualquier pregunta. Una enfermera examinadora de agresión sexual (Sexual Assault Nursing Examiners, SANE) puede proporcionar estos servicios y recopilar pruebas en caso de que decidas proceder con una acción legal en el futuro.
  • Informa lo sucedido. Si determinas que es seguro para ti hacerlo, puedes informar lo sucedido a las autoridades para iniciar un recurso legal penal contra tu atacante. Si decides hacerlo, es importante que hagas todo lo posible para evitar alterar o destruir cualquier evidencia del ataque para preparar un caso legal más sólido. Esto significa que no te duches, te laves el cabello o el cuerpo, te peines el cabello o te cambies de ropa, aunque sea difícil no hacerlo. Si te produce ansiedad ir a la estación de la policía, podría ayudarte si llevas a un amigo de confianza, teniendo en cuenta las precauciones de seguridad pertinentes para ellos también.

Recuerda: siempre tienes opciones. Chatea con nosotros ahora para obtener más información sobre el abuso sexual o para encontrar recursos disponibles en tu área.

El abuso financiero

El abuso financiero a menudo funciona de maneras más sutiles que otras formas de abuso, pero puede ser igual de dañino para quienes lo experimentan.

Las condiciones modernas de severa desigualdad económica significan que la seguridad financiera está directamente vinculada a nuestra salud y bienestar. Nadie tiene derecho a usar dinero o decir cómo tú debes gastar el tuyo con el propósito de controlar tus acciones o decisiones; tampoco nadie debe controlar tu capacidad para trabajar. Algunos ejemplos de abuso financiero son:

  • Darte una mesada o controlar lo que compras.
  • Depositar el cheque de tu sueldo en una cuenta a la que no puedes acceder.
  • Impedir que veas cuentas bancarias compartidas o reportes.
  • Prohibirte trabajar o limitar las horas que laboras. Tambien se puede dar si toda la resposabilidad finaciera es tuya.
  • Impedir que vayas a trabajar al quitarte tu auto, las llaves u otro medio de transporte.
  • Hacer que te despidan al acosarte a ti, a tu patrono o a tus compañeros de trabajo.
  • Ocultar o robar tu cheque de ayuda financiera estudiantil u otro tipo de apoyo financiero.
  • Usar tu número de seguro social para obtener préstamos sin tu permiso.
  • Usar el número de seguro social de tu hijo para solicitar un reembolso del impuesto sobre la renta sin tu permiso.
  • Llevar tus tarjetas de crédito al límite sin tu permiso.
  • Negarse a proporcionarte dinero, comida, alquiler, medicinas o ropa.
  • Usar los fondos de la matrícula de tus hijos o de una cuenta de ahorros conjunta sin tu conocimiento.
  • Gastar dinero en sí mismos y evitar que tú hagas lo mismo.
  • Darte regalos o pagar cosas esperando algo a cambio.
  • Usar las circunstancias financieras para controlarte.
Qué hacer si has experimentado abuso financiero

El abuso financiero suele ir acompañado de abuso emocional o físico. Dejar una relación abusiva puede ser especialmente aterrador si no estás en control de tus finanzas o si tu pareja ha tomado dinero de tu cuenta bancaria. Chatea con nosotros ahora para obtener apoyo e identificar recursos locales que te ayuden a recuperar el control sobre tus finanzas; algunas organizaciones pueden incluso otorgar préstamos a corto plazo para cubrir gastos importantes mientras sales de una relación abusiva.

También puedes considerar hablar con un amigo de confianza, un familiar o un profesional legal para obtener una orden de protección. No importa lo que decidas hacer, considera la posibilidad de hacer un plan de seguridad que incluya reservar fondos en un lugar privado y aparte.

El abuso cibernético

El abuso cibernético en las relaciones es el uso de tecnologías como mensajes de texto y redes sociales para intimidar, hostigar, acosar o intimidar a una pareja.

Este comportamiento es a menudo una forma de abuso verbal o emocional que se lleva a cabo en línea.

Toda comunicación en una relación sana es respetuosa, ya sea en persona, en línea o por teléfono. Nunca está bien que tu(s) pareja(s) use(n) palabras o acciones para hacerte daño, disminuir tu autoestima o manipularte. Algunos ejemplos de abuso cibernético son:

  • Decirte a quién puedes o no puedes seguir o tener amistad en las redes sociales.
  • Enviarte mensajes o correos electrónicos negativos, insultantes o amenazantes.
  • Usar las redes sociales para rastrear tus actividades.
  • Insultarte o humillarte en tus publicaciones en línea, incluyendo publicar fotos o videos poco halagadores.
  • Enviarte, solicitarte o presionarte para que envíes fotos o vídeos explícitos no deseados, textos de índole sexual u otros mensajes comprometedores.
  • Robarte o presionarte a compartir las contraseñas de tus cuentas.
  • Enviarte mensajes de texto constantemente o hacerte sentir que no puedes separarte de tu teléfono.
  • Revisar tu teléfono o mirar tus fotos, mensajes de texto y registros telefónicos.
  • Utilizar cualquier tipo de tecnología (como spyware o GPS en el auto o teléfono) para monitorear tus actividades.
Qué hacer si has experimentado abuso cibernético

Nunca mereces maltrato, sea en línea o en persona. Si has experimentado abuso cibernético en tu relación, te recomendamos que nos contactes para hablar sobre los detalles de tu situación e identificar las opciones disponibles. Recuerda:

  • Tu pareja debe respetar los límites que estableces en tu relación. Siempre.
  • Nunca tienes que compartir tus contraseñas con nadie.
  • Nunca tienes que enviar fotos, vídeos o mensajes explícitos que te incomode enviar, mejor conocido como sextear (sexting).
  • El sexteo puede tener consecuencias legales: las fotos o videos con desnudos de alguien menor de 18 años podrían considerarse pornografía infantil, cuya posesión o distribución es ilegal.
  • Está bien que apagues tu teléfono o no respondas a los mensajes de inmediato. Tienes derecho a tu propia privacidad y a pasar tiempo con otras personas sin que tu pareja se enoje. Sólo asegúrate de que las personas que puedan necesitar contactarte en una emergencia todavía tengan una manera de hacerlo.
  • Guarda o documenta los mensajes, fotos, videos o mensajes de voz amenazantes como prueba del abuso.
  • No respondas llamadas de números desconocidos o bloqueados; la persona abusiva puede intentar llamarte desde otra línea si sospecha que la estás evitando. Verifica si tu compañía telefónica te permite bloquear números (y, de ser así, cuántos).
  • Una vez que compartes una publicación o un mensaje, ya no está bajo tu control. Las parejas abusivas podrían guardar o reenviar cualquier cosa que compartas, así que ten cuidado al enviar contenido que no quisieras que otros vean.
  • Conoce y comprende tus configuraciones de privacidad. Las plataformas de redes sociales permiten a los usuarios controlar cómo se comparte su información y quién tiene acceso a ella. Estas configuraciones a menudo se pueden personalizar y se encuentran en la sección de privacidad del sitio web. Ten en cuenta que algunas aplicaciones pueden requerir que cambies la configuración de privacidad para usarlas.
  • Presta atención cuando registres lugares en línea, ya sea compartiendo tu ubicación en una publicación o publicando una foto con un fondo reconocible.
  • Pídeles a tus amigos que siempre te pidan permiso antes de publicar contenido que pueda comprometer tu privacidad. Haz lo mismo por ellos.
  • Evita todo contacto posible con la persona abusiva, a través de cualquier tecnología, en línea o en persona. Considera cambiar tu número de teléfono si el abuso y el acoso no se detienen.

Acecho

El acecho ocurre cuando alguien te observa, te sigue o te acosa repetidamente, haciéndote sentir miedo o inseguridad.

Un acosador puede ser alguien que conoces, un antiguo compañero o un extraño. Si bien la definición legal de acecho varía de un estado a otro, los ejemplos de comportamiento de acecho incluyen:

  • Presentarse en tu casa o lugar de trabajo sin previo aviso o sin invitación.
  • Enviarte textos, mensajes, cartas, correos electrónicos o mensajes de voz no deseados.
  • Dejarte artículos, regalos o flores no deseados.
  • Llamarte y colgar repetidamente o hacer llamadas telefónicas no deseadas a ti, a tu patrono, a un profesor o a un ser querido.
  • Usar las redes sociales o la tecnología para rastrear tus actividades.
  • Difundir rumores sobre ti en línea o en persona.
  • Manipular a otras personas para investigar tu vida, incluyendo usar la cuenta de redes sociales de otra persona para ver tu perfil o hacer amistad con tus amigos para obtener información sobre ti.
  • Esperarte en lugares donde pasas el tiempo.
  • Dañar tu casa, auto u otra propiedad.
  • Contratar a un investigador privado para que te siga o te encuentre para saber tu ubicación o movimientos.
Qué hacer si has experimentado el acecho

Si alguien te está acechando, es probable que experimentes mucho estrés, vulnerabilidad, ansiedad y otras emociones que quizás no puedas expresar en este momento, lo que a su vez podría estar afectando tu patrón de sueño o tu concentración en el trabajo o la escuela.  Cada año, 3.4 millones de personas en los Estados Unidos experimentan acoso; los jóvenes de 18 a 24 años experimentan las tasas más altas.

La mayoría de la gente presume que las personas que acosan son desconocidas, pero en realidad, tres de cada cuatro víctimas son acosadas por alguien que conocen. Si crees que puedes estar en peligro, contacta a un proveedor de servicios de emergencia que te ayude a llegar a un lugar más seguro y considera la posibilidad de obtener una orden de protección para evitar que la persona que te acosa se acerque a ti. Por tu propia seguridad y la de otras personas debes entender los riesgos que conlleva contactar a las autoridades, incluyendo que la persona que te acosa pueda ser finalmente detenida y condenada dentro del sistema penal.

Independientemente de si planificas tomar acción legal contra tu acosador, es importante guardar evidencia del abuso como prueba por si la necesitaras en el futuro. Tómate tiempo para anotar las fechas, las horas y los lugares de cada incidente ocurrido, incluidos los nombres y la información de contacto de las personas que pueden haber presenciado lo sucedido. Algunos ejemplos de tales pruebas son:

  • Mensajes de texto
  • Correos de voz.
  • Imágenes o vídeos
  • Cartas, fotografías o tarjetas
  • Artículos o regalos no deseados
  • Acoso en las redes sociales (incluidas solicitudes de amistad o peticiones de seguimiento inapropiadas)

El acecho es una experiencia traumática. Puedes perder el sueño, sentir depresión, tener pesadillas o sentir que no tienes control sobre tu vida debido a esta experiencia. Estas reacciones son normales y debes perdonarte mientras te recuperas. Te puede ayudar contarle a un amigo de confianza o a un ser querido acerca de tu experiencia y trabajar para desarrollar un plan de seguridad.

Nuestros asesores están disponibles 24/7 para discutir tu situación y ayudarte a identificar opciones que te preparen para tomar tu próxima decisión.