Así se ve—y NO se ve—el consentimiento

Así se ve el consentimiento

El consentimiento conlleva comunicarse en cada etapa del proceso. No asumas que tu pareja se siente cómoda con las acciones. El consentimiento requiere un sí claro y entusiasta, lo que significa que si alguien parece tener inseguridad, permanece en silencio, no responde o dice “tal vez”, no está diciendo que sí.

Si estás dejándote llevar por la calentura del momento, aquí hay algunas formas de tomar la temperatura antes de continuar:

  • “¿Estás a gusto?”
  • “¿Esto está bien?”
  • “¿Quieres ir más despacio?”
  • “¿Quieres ir más lejos?”

El consentimiento también significa romper con las nociones preconcebidas de los roles de género. No existen reglas sobre quién puede iniciar la intimidad o quién podría querer tomarlo rápido o con calma. Cuanto más a gusto te sientas expresando tus límites y deseos, más placenteras serán tus interacciones como pareja.

Así NO se ve el consentimiento

Comportamientos como vestirse de cierta manera, coquetear o aceptar un aventón, un regalo o un trago no son una forma de consentimiento. Tampoco es decir que sí (o no decir que no) estando bajo la influencia de drogas o alcohol, hacerlo por sentir presión o miedo de no hacerlo.

 

El consentimiento conlleva respetar los límites y nunca asumir.

Las señales de alerta que indican que tu pareja no está respetando el consentimiento incluyen:

Presionarte o hacerte sentir culpable para que hagas cosas que quizás no quieras.

Sugerir que le “debes” algo (artículos materiales, actos sexuales, etc.) ya sea porque estás saliendo con esa persona o porque asegura haber hecho algo por ti.

Reaccionar negativamente (con tristeza, enojo o resentimiento) si no consientes a algo o no lo haces de inmediato.

Ignorar tus señales (verbales y no verbales) que demuestran que no estás consintiendo.

Recuerda que es importante obtener el consentimiento todo el tiempo, incluso si han hecho lo mismo antes o estás en una relación estable. Una persona puede decidir detener una actividad en cualquier momento, incluso si estuvo de acuerdo antes.

Lo más importante es que todas las personas tienen derecho sobre su propio cuerpo y a sentirse a gusto en sus relaciones íntimas.