¿Qué es el stealthing?

No se puede tener sexo sin consentimiento, porque el sexo sin consentimiento no es sexo, es violación.

Nunca es fácil para nosotros en love is respect cuando escuchamos hablar de violación y abuso, pero también sabemos que a veces las cosas se complican. Así que, ¿qué pasa cuando las personas experimentan otro tipo de abuso que no son tan fáciles de identificar como el stealthing?

Podemos decirte que: A menudo las víctimas se sienten confundidas, avergonzadas y ni siquiera saben cómo procesar lo que les pasó. Simplemente saben que no estuvo bien. No lo estaban buscando. No se lo merecían.

Entonces, ¿qué exactamente es el stealthing?

El stealthing es cuando una pareja se retira en secreto el condón durante el sexo sin el consentimiento de la otra persona. ¡Así como lo lees! ¿Quitarse el condón sin el consentimiento de la otra persona? O sea… ¿cómo así? ¿Eso no es violanción? ¿Puede pasarte si estás en una relación comprometida y a largo plazo con alguien? Tristemente sí y sí.

Sabemos que el stealthing no es algo nuevo. De hecho, debe ser algo tan viejo como los condones en sí (imagínatelo, según algunos estudios existen desde 300 a.C.), pero sí sabemos que las razones por las que alguien le hace esto a su pareja pueden estar enraízadas en el deseo de ejercer poder y control sobre otro ser humano. A fin de cuentas, el stealthing es faltarle el respeto a la confianza de otra persona para obtener algo sexual a cambio y eso nunca está bien. El sexo puede ser una parte normal de cualquier relación en la que dos (y a veces más) personas participan de algo que es consensual y significantivo para ellas, independientemente de si están en una relación estable o no.

¿Por qué alguien le hace stealthing a otra persona? Aquí hay algunas pistas:

El stealthing puede considerarse abuso emocional.

Incluso si consentiste para “llegar hasta el final” con alguien, eso no quiere decir que la persona con la que consentiste tener sexo tiene el derecho de ignorar tu consentimiento y usarlo para violar tu cuerpo al retirarse un condón sin permiso durante el sexo. Porque eso es lo que hace el stealthing: ¡viola tu cuerpo! Viola la confianza que depositaste en la otra persona y el acuerdo que tenías con ella para respetar mutuamente los cuerpos y sentimientos. Por lo tanto, cuando alguien hace esto de forma deliberada para hacerte daño, no queda ninguna duda de que están cometiendo un abuso emocional.

El stealthing también puede considerarse abuso sexual.

Aunque estamos viendo y escuchando más y más en los medios sobre casos de stealthing, actualmente no existe una ley formal sobre la agresión sexual y violación que catalogue el stealthing como tal, pero eso puede cambiar pronto. En otoño del 2017, hubo congresistas que solicitaron una vista en el Comité Jurídico en la Cámara de Representantes para enfrentar el stealthing como un “problema legal emergente”. Argumentaron —y con razón— que el stealthing puede tener efectos devastadores sobre la salud y el bienestar de una persona. ¿Por qué? Porque si una pareja retira un condón durante el sexo y no se lo dice a la otra persona, esto puede causar embarazos no deseados o contagiarse de una enfermedad de transmisión sexual (ETS).

Las personas que cometen stealthing lo justifican: “Es que se siente mejor sin un condón”.

Decidir tener sexo sin un condón para tu propia gratificación sexual suena genial… hasta que consideras una de las muy verdaderas implicaciones de salud: las ETS. Quitarse el condón sin consentimiento te pone a ti y a tu pareja en un estado vulnerable para contagiarse de ETS como la clamidia, la gonorrea, la sífilis, el herpes genital y el VIH. Algunas de estas pueden causar infertilidad u otras complicaciones de salud a largo plazo si no se atienden. Recuerda, aunque para algunas ETS claro que hay tratamientos, para otras no los hay y se pueden quedar contigo por toda la vida. A menudo sin síntomas. Además, solo porque sean asintomáticas no significa que no puedas transmitírselas a otras parejas sexuales futuras.

El stealthing puede usarse para embarazar a alguien y atraparla en una relación.

Como mencionamos anteriormente, nadie tiene el derecho de controlar a otro ser humano o su cuerpo; por lo tanto, el stealthing puede usarse como una técnica manipulativa para coaccionar y manipular a alguien. Si una persona sobreviviente tiene un embarazo y no cuenta con los recursos ni las personas a las que acudir, la persona que cometió el stealthing se sale con la suya al seguir ejerciendo poder y control sobre la víctima, creando un vínculo de por vida entre las dos partes.

El stealthing puede estar fundamentado en un pensamiento misógino.

La investigadora Alexandra Brodsky publicó un estudio en el Columbia Journal of Gender and Law sobre el stealthing y algunos de sus hallazgos fueron… preocupantes. Luego de entrevistar a varios hombres y mujeres que sufrieron stealthing, de leer foros en línea y llevar a cabo investigaciones, Brodsky halló que las personas que cometían stealthing justificaban su comportamiento al usar retórica misógina como que el stealthing era el “derecho del hombre” y que era el “instinto natural de los hombres”. Asimismo, que las mujeres “se merecían ser embarazadas” y que “los hombres deben regar su semilla… incluso cuando la reproducción no es una opción”.

Si has sido víctima de stealthing o temes que te pueda pasar, te presentamos algunas ideas que pueden ser de ayuda:

¡No te culpes!

Aunque quizás puedas haber consentido a tener sexo en un principio, consentiste a tener sexo con protección. Si tu pareja decidió quitarse el condón durante el sexo, por favor recuerda que eso fue lo que decidió tu pareja, ¡y que no fue tu culpa! Quizás sea fácil sentirte culpable por no darte cuenta, pero ¡la verdad es que tantas cosas pasan a la vez durante el sexo! A lo mejor las luces estaban apagadas o quizás no estabas físicamente en una posición de asegurarte si había un condón. Hay tantas razones, en realidad, así que por favor tente compasión propia si esto te sucede. ¡Practicar un poco de autocuidados puede ayudarte a superar ese sentido de culpa!

Hazte las pruebas de ETS o embarazo.

Esto puede sonar intimidante, pero hacerte las pruebas es la única manera certera de saber si tienes una ETS o si hay un embarazo como resultado del stealthing. Aunque ciertas cosas puedan estar fuera de tu control en esta vida, siempre tienes control sobre tu cuerpo y sobre tus derechos reproductivos. Sabemos que hacerte las pruebas puede causar miedo, pero mereces saber lo que pasa con tu cuerpo y salud.

¡Confía en tu intuición!

Si algo no se siente bien, probablemente no lo está. No tengas miedo de alzar la voz solo porque tengas miedo de molestar a la otra persona o por temor a que la otra persona quiera abandonar la relación. ¡Tú tienes derechos! Si no sientes que puedes afirmar tus derechos con tu pareja, esa es una gran señal de alerta de que pudieras estar en una relación abusiva.

Ante la duda… ¡presta atención!

Si sientes que tu pareja es capaz de quitarse el condón sin tu consentimiento, quizás sea buena idea estar atento, especialmente si está actuando de manera sospechosa o si hace como si estuviera ajustándose el condón durante el sexo. Mantén las luces encendidas si así lo necesitas o lleva a cabo una inspección manual para confirmar que el condón sigue ahí. Si lo que encuentras no es satisfactorio, recuerda que siempre puedes rechazar el sexo independientemente del punto en que estás o de con quién andas. Recuerda: ¡Es tu cuerpo y no tienes que hacer nada que no te guste!

¡No los olvides! Anda con tus propios condones

Ya sea que estás teniendo sexo casual o sexo en una relación comprometida, podría ser bueno tener tus propios condones si sientes que tu pareja puede alterarlos. Incluso cuando un condón pueda verse nuevo, pueden estar rotos adentro y parecer que son nuevos si tu pareja tiene la intención de hacerte stealthing. Y sabemos que esto lo sabes, pero por si acaso: ¡nunca, jamás abras un condón con los dientes!

Mira, ¡no estamos aquí para juzgarte o decirte cuándo o con quién debes tener sexo! Sin embargo, sí podemos comentarte que mereces una relación saludable fundamentada en la confianza, el respeto y en una comunicación saludable que sea siempre constante ¡porque tú —sí, TÚ— importas! No permitas que nadie te diga ni te haga sentir lo contrario.