Parte 1: Los hombres también son sobrevivientes

Yo pertenezco a varias organizaciones que apoyan la salud mental, a los sobrevivientes de la violencia y el bienestar. Me enorgullece participar en estas organizaciones porque tienen la capacidad de influir positivamente en las comunidades a las que sirven. Sin embargo, a menudo me siento fuera de lugar, sobre todo en lo que respecta al valor o la visión que aporto al grupo. Normalmente, me encuentro como la única persona o entre las pocas que se identifican como hombres en estos espacios. Pero los hombres también pueden ser sobrevivientes. PA menudo me pregunto por qué no hay más hombres que hablen de su bienestar y su salud mental o que compartan sus historias y experiencias de abuso o agresión.

Es más común de lo que uno cree: relaciones, abusos sexuales y agresiones entre hombres

El abuso no discrimina; cualquiera puede ser agredido a pesar de su raza, sexo o estatus socioeconómico. Las agresiones entre hombres son más comunes de lo que uno piensa. Uno de cada 10 hombres ha sufrido una violación, violencia física y acoso por parte de su pareja, pero, por desgracia, es un dato que mucha gente desconoce. Los investigadores descubrieron que 1 de cada 6 hombres había sufrido abusos o agresiones sexuales en la edad adulta o en la infancia. Aunque estas cifras parecen elevadas, se están subestimando, ya que son menos probable en dar a conocer o buscar ayuda en comparación con los que se identifican como mujeres. También quiero reconocer que, aunque a menudo pensamos en términos de género binario, cualquier persona, independientemente de su capacidad o identidad de género, puede verse afectada por los abusos, y quienes se identifican como no binarios o trans pueden correr un mayor riesgo de sufrirlos.

En nuestra sociedad, se espera que los hombres personifiquen la fuerza, que no muestren emociones ni sean vulnerables, y que se protejan constantemente a sí mismos y a sus seres queridos. Los hombres pueden sentirse culpables de no haber sido lo suficientemente “fuertes” para evitar el abuso o la agresión. Esto refuerza el estereotipo tradicional de que los hombres deben ser siempre fuertes y sin emociones en todos los aspectos de su vida. Normaliza la culpabilización de la víctima y añade una presión innecesaria sobre el sobreviviente, en lugar de hacer recaer la responsabilidad sobre el causante del daño.

Un ejemplo bien conocido de culpabilización de las víctimas en los principales medios de comunicación fue cuando Terry Crews denunció valientemente que había sido agredido sexualmente. En lugar de apoyar a Crews en esta difícil situación, la gente se preguntaba cómo podía permitir que esto sucediera.

Crews también compartió que invirtió medio millón de dólares para demostrar su ataque. Si a alguien como Terry Crews le resultó difícil demostrar lo que le ocurrió debido a la reacción y la resistencia, imagínense a alguien con menos acceso a recursos o notoriedad. He leído innumerables historias de hombres, al igual que Terry Crews, que acuden en busca de ayuda y, en cambio, no son tomados en serio o son ridiculizados por sus compañeros o gente profesional.

Tenemos que educar a la gente sobre el alcance de los abusos y la agresión sexual. Personalmente, no comprendía del todo que mis experiencias pasadas entraban dentro de la agresión sexual. Durante mucho tiempo, creí que la agresión sexual equivalía a la violación, y no me di cuenta de que los tocamientos no deseados entraban en esa definición. He tenido problemas de salud mental, ideas de suicidio y traumas por tocamientos no deseados por parte de hombres y mujeres. Aunque mi pasado de agresión sexual no se puede comparar con el de otros, comprendo los efectos a corto plazo y los efectos a largo plazo de sentirse avergonzado, incómodo e impotente. Estos momentos afectan a mi sensación de seguridad, a mis problemas corporales y mi forma de expresar la intimidad y la vulnerabilidad. Siendo un hombre hispano que es homosexual y discapacitado, tengo diferentes identidades interrelacionadas, lo que hace más difícil procesar lo que me ocurrió en numerosas ocasiones.

Romper el estigma de los abusos sexuales y los hombres

Uno de los mayores problemas que encuentro son las personas que no pueden comprender a los hombres como víctimas o sobrevivientes. Creen firmemente que los hombres no pueden ser agredidos sexualmente, abusados o victimizados. A menudo, piensan que los hombres que sufren agresiones sexuales están en mejores condiciones y experimentan menos daños en comparación con las mujeres sobrevivientes; esto está muy fuera de la realidad. De hecho, esto perpetúa formas dañinas de masculinidad y una dinámica de poder que hace que todos los géneros sean más vulnerables al abuso. El abuso en las relaciones y la agresión sexual es una agresión sexual, independientemente de quién la sufra. Cada agresión es diferente, y cada superviviente reaccionará también de forma diferente. Los hombres pueden ser y son sobrevivientes; sus historias son igualmente válidas. Debemos tomar en serio TODAS las agresiones porque todo el mundo merece sentirse valorado, apoyado y amado.

En la “cultura pop”, una solución común para acabar con los problemas de los hombres es la vulnerabilidad y permitirse llorar. Aunque las personas deben descubrir su vulnerabilidad, ésta tiene un aspecto diferente para cada uno, especialmente para los hombres. Llorar no es la única forma de sanar. Los hombres deben sentirse empoderados y cómodos para hablar, pero es su decisión. Según un artículo de la revista Mission Harbor Behavioral Health, los hombres son más propensos a ocultar sus emociones porque han sido condicionados desde pequeños a mantener una imagen masculina específica. Pero ocultar tus sentimientos probablemente te llevará a la agitación, la ira e incluso a emociones más intensas, lo cual no es saludable para la salud física y mental. Muchos hombres han ocultado sus sentimientos durante casi toda su vida, por lo que dar el paso de comprender sus emociones no es un proceso sencillo. Se trata de un tema complicado y complejo; debemos ser proactivos y pacientes a la vez.

Tenemos que crear más espacios para que los hombres hablen abiertamente de la vulnerabilidad y de formas positivas de masculinidad en un lugar sin prejuicios, abogar por más centros de refugio contra la violencia doméstica que atiendan a los hombres sobrevivientes y a los sobrevivientes de todos los géneros, e incorporar un lenguaje incluyente y sin género al describir a los sobrevivientes y a las parejas abusivas.

Cómo obtener ayuda

Aunque pueda parecer que la mayoría de los servicios para víctimas de abusos o agresiones sexuales se centran en las mujeres, quiero que los hombres y todos los géneros sepan que también hay servicios para ellos. Así que, si te preocupa que tú o alguien que conoces pueda haber sufrido abusos o agresiones en una relación, independientemente de su género u orientación sexual, comunícate con love is respect. Sus consejeros están ahí para escuchar y ofrecer apoyo y recursos 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, a todas las víctimas y sobrevivientes, incluyendo a los hombres.

No dudes en contactar a love is respect el teléfono 1-866-331-9474, chatear con nuestros asesores en loveisrespect.org, o enviar un mensaje de texto “LOVEIS” al 22522.

 

Por: Zane Landin

love is respect Miembro del Consejo Juvenil